El tiempo en sus manos se vuelve despacio
La sal de sus labios es como una noria
que sube y baja y se despeja la margarita más hermosa
Y desde el cielo has bajado con su conglomerado alado con la dulce silueta
que desprende una melodía tan bella.
Cada mañana tengo un presagio
pero no les hago caso. Yo he nacido para verte sonreír. Para que las palabras más bellas e impías de su corazón y hacer de ellas mi religión. La adoraré,la alabaré y le descifraré,las parábolas más sinceras que jamás pude retener en mi mente.
Vacío de sentimientos,vivo a corazón abierto en el mundo de los vivos donde solo sueño con tus besos y su dulce piel.
Recóndita armonía, subyace alta y clara en los vaivenes de la vida,de donde todo se escapa. Recóndito el misterio de tenerte entre mis brazos y sólo un desprecio he cosechado.
Helado me hallo...