mandame a los infiernos, devuelveme las avenidas del ayer
sumerjeme en lo ajeno, de mas allá de tus labios del querer
unete al abismo, de donde estoy desde hace mas de un mes
y tirate al vacio, vuelve despues de que marquen las tres
suplicio irrevertido, complices por el desdén
yo soy un loco aguerrido, pero sabes que te quiero bien
ilumina mi destino, revuelvete en los deseos que te encontraré
y envuelveme con tus piernas y resurge al amanecer
que las prisas no son buenas y me hacen desvanecer
atrapa aquello ajeno, atrapada en tu desnudez
voy cabalgando en silencio, tal vez no te vuelva a ver
y la sensacion del deseo, se que no va a desaparecer
caminos encontrados en la esquina del deseo
cuando era mas pequeño apuntaba con los dedos
al rincon de tu falda donde yo fui a parar
que tus ansias infinitas me vuelvan a cabalgar
que las noches pasajeras nos vuelvan a encontrar
y que tu bienvenida, me vuelva a iluminar
yo sere un emisario de tus manos de tus miedos
de tus dulces dunas de las raices de tus pelos
por el que me columpio a la luz de la marejada
y miro y no veo mas que tu dulce mirada
acaricia un segundo la tez de mi mejilla
y pronunciate a este vagabundo que por ti va de puntillas
y sorprendeme en el deseo que hay en tu mirada
porque ahí es donde van a parar las hadas
y acostumbrame a ser el ser omnipresente
que jugaba con tus dedos, al pasado y al presente
y desnuda la margarita de los petalos de seda
que humedece tus adentros tus lujuriosas entretelas
y disfruta de la calida sensacion de cuando eramos niños
montados en el columpio o paseando comiendo pestiños
un regalo un te quiero una caricia y un adios
y el deseo se esfumó al son de una cancion
que tus noches pasajeras son mas dulces que las de antes
pero cuando las franelas se desbocan es bastante
alimentar al desden que hay en tu mirada
que yo te quiero niña, viva y desbocada