ELLA -Me has traicionado, prometiste que no lo dirías. ¿Por qué lo has hecho?. Esto me pasa por confiar en ti, prometiste no decirlo... pero no, nunca te puedes callar nada y ahora por tu culpa sigo aquí. Me dijiste que era una forma segura, que no sufriría, que sería muy rápido, ¿por qué me diste la idea si sabías de antemano que no funcionaría?. Tu también querías hacerlo, ya, ya lo sé, no fue más que una de tus ideas... una idea estúpida entre tantas, de esas que se te ocurren. Bien, de acuerdo, ya lo has hecho, pero al menos permíteme que te llame traidor. Fuiste tu el primero que me dijo que lo deseabas tanto como yo, que estabas cansado de tanto dolor.
CEREBRO -Calla un poco por favor... calla... hablemos claro entre tu y yo. Primero, no me culpes siempre a mí de todo lo que té pasa, siempre soy yo el malo ¡ si lo he dicho¡ ¿y que?, Era mi obligación no podía permitirlo, ¿no lo entiendes?. Es cierto, anoche cuando te hable de ello, yo también sentía esa necesidad, había decidido hacerlo, pensé que era la mejor solución para ambos. Yo también estoy cansado, muy cansado, pero ¿sabes?, Cuando regresaste a la cama y te vi venir con ese frasco y ese vaso de agua y contemplaba impasivo lo que hacías, me pareció que no había sido buena idea.
CORAZÓN -Claro que no era buena idea idiota, siempre la estas metiendo en líos, nunca me tenéis en cuanta, intenté convenceros de ello, pero vosotros os negasteis a escucharme, no sé que hago aquí... tal vez un día decida daros un susto, estoy cansado, siempre me toca luchar contra los dos, ¿por qué no me prestáis un poco más de atención cuando intento hablaros?. Por cierto, no vengas ahora de bueno, tu no paraste nada, me dejasteis a mí el trabajo sucio, tu sólo te limitaste a contarme todo cuando ya era tarde, los dos os quedasteis dormidos. No sé de donde saqué fuerzas, para arrastrarme hasta la habitación de al lado y poder llamarla. Estaba asustado y palpitaba muy lentamente, pero era necesario llegar... llegar y dar aviso cuanto antes.
ELLA -¡Vaya¡ ya saltó el bueno, el romántico, el apasiona, el solidario, el niño enfermo que hay que cuidar y mimar, al que no se le pueden dar disgustos y un montón de bobadas más... ¿qué pasa es que no te has enterado que todo esto es por tu culpa?. Te quejas de que no te escucho, ¿pero que haces tú cuando te pregunto algo?.
Te pedí que me ayudaras a encontrar mi camino, me dijiste que sólo eras un corazón y los corazones no tienen que buscar caminos... cuando te pedí que le olvidaras te negabas a hacerlo, te cubriste con un muro de cemento infranqueable y te negaste a mirar a tu alrededor, tu sabes que él estaba ahí, esperando como siempre esperó, durante años de su vida, pero tus ojos seguían con la venda puesta. Después de unos años de sufrir en silencio, llegó el otro, y tu dejaste que rompiera ese muro y llegara hasta ti. ¿Y ahora que? ¿Qué vas hacer con él?
CORAZÓN -Sabes lo que él siente por nosotros, hemos sido muy felices en este tiempo, yo he hablado muchas veces con mi amigo, ha sido el único corazón que ha estado cerca de mí y me ha sabido tratar con respeto, me he sentido amado, después de tanto tiempo de soledad, pero tú eres una necia... un día en aquella cama de hospital me prometiste que te dejarías guiar por mi y no por tu “cerebro” ya ves lo que el hace contigo, sé que los dos estáis muy cansados, pero eso no os autoriza a que me queráis matar, aún sigo palpitando, sabes que me cuesta mucho... pero sigo palpitando por ti, si por ti, que siempre has sido una luchadora, pero te diré algo... si vuelves a intentarlo no cuentes más con mi ayuda. ¿Recuerdas las Navidades del 06 con tu coche? ¿Recuerdas el día de la llamada del mar? Y ahora me haces esto...
ELLA -No quiero seguir con este tema por ahora, dejadme los dos tranquila, quiero seguir durmiendo... si tanto os gusta pelear seguir entre vosotros. Creo que empezaré a tomar decisiones yo solita, sin contar con ninguno de los dos. En cuanto a ti corazón enamorado... empieza a olvidar, te guste o no tendrás que hacerlo y la próxima vez no interrumpas una de mis decisiones ya tomada. Prefiero la muerte a vivir muerta.
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