Nueve lunas mujer en tus entrañas,
me llevaste sufriendo mil pesares.
Y yo
prendida a ti como la araña
te hacía padecer cien malestares.
Pasadas
nueve lunas me pariste,
exponiendo tu vida por la mía.
y entre tantos
desvelos consumiste,
la bella juventud que yo adquiría.
Hoy día de las
madres te bendigo,
porque se valorar tu gran hazaña.
Y aunque son muchos
años transcurridos,
y sigo prendida a ti como la araña.
Das todo tu esfuerzo a la vida.
Das todo tu apoyo a la mía.
Me das
todo de tí,
Por verme con una sonrisa en el rostro.
Me das tu alegría,
tu cansancio, tu esfuerzo,
tu tristeza y hasta tu pionera vida
¿Y yo qué
te doy? ¿Yo qué te he dado?
Solo te he dado penas, vergüenzas y tristezas.
No merezco una hermosa madre como tú.
Eres tan
servicial.
Tan aferrada a la vida y eres tan bello ser.
Por años te he
desobedecido, te he deshonrado
y tu jamás me has abandonado, ni con la más
grande pena,
te admiro y te adoro.
Tu juventud me la regalaste a
mí,
tu belleza me la diste a mí
y he sido injusta contigo.
Hoy por
fin; he entendido.
Que tú, Madre
eres la creación más bella del
universo
y de la infinidad de los cielos.
Por eso, te pido
perdon,
por que he sido injusta contigo
He sido de lo más mala e
injusta
te pido perdon Por no haberte valorado antes.
MADRE
INIGUALABLE.