Tengo amigos por doquier,
porque soy parte de ellos,
no importa el color de piel
ni el color de los cabellos.

Solo importa esa intención,
de ayudarnos mutuamente.
Amarnos de corazón,
y tratatarnos sanamente.

De olvidar los sinsabores,
que a veces la vida da.
Y encontrar las soluciones
por medio de la amistad.

Conversar de tantas cosas,
que tenemos en común,
¡La amistad, están preciosa,
con amigos como tú!

Por eso siempre que puedas
vamos a estrechar las manos.
Una amistad verdadera,
es igual que dos hermanos.

Aunque no tenga tu sangre,
tampoco el color de piel.
Es el tesoro más grande,
cuando es un amigo fiel.

Cultiva esa semilla,
divina, que Dios te dio.
Porque no hay nada en la vida,
más bello que la amistad!

El amigo brinda siempre,
su mano extendida abierta,
para dar o recibir,
cuando algo te molesta.

Siempre te demuestra
el amor que siente,
con la palabra justa
o con su abrazo fuerte.

Su amorosa compañía,
hace placentera la vida.
Comparte contigo alegrías,
y los momentos tristes.

El amigo cariño da,
aminora los temores,
en buenos momentos está,
y alentando en los peores.

Te dice lo que esta bien,
lo malo te hace ver.
Él te acepta como sos,
con tu defecto y tu error.

Que maravillosos es
tener amigos de verdad,
disfrutar su compañía,
de su amor y su amistad.